09/05/2025 - Edición Nº673

Información General | 6 May 2025

Inseguridad digital

Ciberdelito: “Todos podemos ser víctimas”

Lucas Moyano, quien se desempeña como titular de la Unidad Fiscal de Investigación 22 del Departamento Judicial de Azul, compartió herramientas preventivas para evitar ser víctimas de estos engaños.


Por: UTEDYC

El avance de la tecnología abrió nuevos escenarios para los ciberdelitos, un fenómeno que creció en los últimos años y que afecta a todos. El libre acceso al ChatGPT -y por consiguiente de la Inteligencia Artificial (IA)-, hizo que estas nuevas herramientas de lenguaje e imágenes generativas transformaran las vidas de las personas. El Dr. Lucas Moyano, quien se desempeña como titular de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) 22 del Departamento Judicial de Azul, Pcia. de Buenos Aires, con competencia en estupefacientes, ciberdelitos, que incluye grooming, ciberbullling, estafas económicas y aquellos relacionados con accesos ilegítimos vinculados al mundo digital compartió herramientas preventivas para evitar ser víctimas de estos engaños.

“Me ha tocado asistir a secretarios de seguridad, ingenieros, empresas de todo tipo, abogados, personas que trabajan de mantenimiento. Todos podemos ser víctimas y reconocerlo nos va a sacar un poco la mochila de pensar ‘que tonto fui y me engañaron‘”, comenzó el especialista. Y remarcó la importancia de denunciar estos hechos: “Porque si entre todos colaboramos, podemos hacer un espacio más ciberseguro”.

Como definición, el ciberdelito es una concepción bastante amplia de diferentes transgresiones que utiliza la tecnología para su comisión. “Es importante conocer que las tecnologías de la información y la comunicación han generado un cambio social. Muchas de las acciones que hacíamos en la vida real ahora pasaron a la virtualidad. Hoy es impensado que alguien no se comunique por una aplicación, ya sea WhatsApp, Telegram, Facebook o Instagram. Y es ahí donde se cometen varios delitos”, señaló el Dr. Moyano. En la misma línea amplió: “Hay delitos informáticos más complejos como puede ser una defraudación informática, manipulación del sistema para que actúe de determinada forma, la utilización de algún tipo de troyano o virus bancario. Y, por otro lado, tenemos que cuando la tecnología es el fin del ilícito que tiene como fin apoderarse de algún tipo de cuenta”.


-¿Hay una edad que sea más propensa a ser víctimas del ciberdelito?


No. Es un mito que solamente el adulto mayor cae en estos engaños. Es más, el adulto mayor es de tomar más recaudos, justamente por ser más desconfiado. En la actualidad hay distintos engaños sectorizados conforme al rango etario. Los menores son más propensos al grooming, al ciberbullying, deepfakes y la difusión de material de uso sexual infantil. Los de edad mediana caen mucho en la estafa de compras en plataformas de redes sociales como marketplace. Muchos son víctimas en la compra de smartphones, de repuestos de electrónica o señar vehículos sin verlos o la venta de determinados productos. Pero no solo personas, también son víctimas empresas o instituciones que, por ejemplo, no toman en serio la ciberseguridad. Sin un sistema de ciberseguridad se pone en riesgo, por ejemplo, la continuidad de un negocio. Porque una empresa o una organización es tan fuerte como el eslabón más débil. Y el eslabón más débil siempre son los usuarios. El 90% de los ataques viene por los usuarios. Si un empleado entra a su mail y descarga un archivo adjunto sin verificar puede estar descargando un malware y, esto, puede afectar a toda la organización. A nivel corporativo o empresarial es importante capacitar al personal y contar con un sistema de ciberseguridad con cortafuegos. Además, para desmitificar, es importante remarcar que todos podemos ser víctimas.

 

-¿Cuáles son los factores que inciden para este tipo de delitos?


Que somos muy confiados en el uso de internet. Cuando nosotros recibimos una comunicación por Whatsapp vemos una foto y presuponemos que estamos hablando con esa persona. Y presuponer hace muy mal. ¿Por qué? Porque ese contacto pudo haber perdido la cuenta, haber sido víctima de algún ilícito por el cual alguien se apoderó de su cuenta y los delincuentes se están haciendo pasar por él o alguien tomó una foto de una red social y creó una cuenta de Whatsapp y con eso se comunica conmigo. Lo que tenemos que saber siempre es que interactuamos con cuentas y no sabemos si realmente se encuentra detrás la persona que dice ser. Es primordial verificar. En ciberdelitos siempre tenemos que desconfiar primero, verificar después y, luego, accionar.


-¿Cuál es el pretexto que usan para engañarnos?


Las estafas que se dan son con la excusa de la urgencia y van variando. Los criminales utilizan lo que se llama ingeniería social. Que es una forma a través de la que el delincuente manipula para que las personas actúen conforme a sus intereses. Los delincuentes van tomando estas distintas formas de engaño para hacer actuar conforme a esos fines. El delincuente se contacta con un pretexto que tiene que ver con que algo bueno o malo va a pasar. Esto genera un impacto psicológico o ansiedad. Si no se realiza esta acción en un tiempo demasiado corto, se pierde el premio o se tiene esta consecuencia negativa. No deja pensar. Ansiedad sumada a ‘no dejar pensar’ es un cóctel explosivo. Después es importante saber que siempre el delincuente puede utilizar o aparenta ser alguien, una empresa pública o privada o alguna persona de nuestro entorno para camuflarse. Esto genera una cuestión de actuar por impulso. Y cuando se actúa por impulso baja la razón.
 

-¿Y cómo se puede hacer para evitar ser víctimas?

Siempre verificar. Saber que es muy raro o casi imposible que la empresa se comunique con nosotros. En caso de duda siempre hay que recurrir a los canales oficiales. Sugiero cortar la comunicación y entablar nosotros mismos la comunicación con la empresa que sea. Nunca las redes sociales para comunicarse con entidades bancarias, ni ningún tipo de empresa privada porque no se comunican por ahí.

El fiscal detalló la metodología de los delincuentes: “Hacen scraping, es decir un raspado en las Redes Sociales. Están atentos a las quejas en las redes sociales y, a través de una cuenta ficticia, simulan ser de una entidad oficial y se contactan con el usuario que, obviamente, está enojado. Los delincuentes aprovechan la oportunidad y, esto, tiene que ver con la situación social, para hacer caer en engaños. Tras contactarse por redes envían un código por mensaje de texto (SMS) y, si una persona se apresura y no lee, lo aceptamos. El sms va a decir, ‘este código es de la aplicación WhatsApp, no lo compartas con nadie’ y, a continuación, dan el código. ¿Cómo podemos evitar eso? Hay una forma, que lo da la misma plataforma, que es crear la verificación de dos pasos. Si se utiliza la verificación de dos pasos, por más que logren engañar y acceder a código que llegó por SMS, si no tienen el código de 6 dígitos, no van a poder acceder”.

Menores en riesgo

“Hay otro delito que afecta mucho al bien más preciado de la sociedad, que son las y los adolescentes. Y, en consecuencia, al núcleo familiar. Porque tenemos que empezar a pensar que este tipo de delitos es una afectación al grupo familiar”, especificó el Dr. Moyano.


-¿Se refiere al grooming?

Propiamente al grooming, aunque también se puede incluir la difusión de material de uso sexual infantil como también el ciberbullying que, lamentablemente, Internet ha dado una nueva faceta en este tipo de amenazas. Según las estadísticas, los menores pasan entre 8 y 9 horas diarias en internet. Hay que apelar a un cambio de diálogo en la mesa familiar e incluir la pregunta: ‘¿cómo te fue en internet hoy?’. Hay que empezar a detectar si hay circunstancias que a las y los menores les genere alguna duda o algún tipo de inconveniente. Hay estadísticas que indican que muchos menores han sufrido situaciones incómodas en internet. Esta sugerencia no es para invadir, sino para que sepan que hay un adulto que está ahí para ayudarlos, sin reprocharles nada. Porque si no los acompañamos en el uso de internet seguro los estamos dejando huérfanos de forma digital y expuestos a un montón de amenazas. Los adultos, que teóricamente saben defenderse en la calle, son engañados con las estafas. Un chico es doblemente vulnerable debido a que está en su pleno desarrollo. A ese menor quizás no le hemos dado las herramientas para saber defenderse y debe interactuar con una persona adulta que lo único que quiere es engañarlo.

-¿Y cómo hace el adulto para posicionarse en ese rol de contención?

Lo que primero hay que hacer es mostrarse como una persona a la que se pueda recurrir. Por ejemplo, si cuando se habla con el menor dice que hay alguien que le pide fotos y, en lugar de tomarlo como una víctima, se le reprocha por qué se comunicó con tal persona, se genera que el menor se retraiga. El bullying es una acción constante que menoscaba la integridad del menor. Si como adulto se le reprocha o minimiza con que ‘siempre pasó’ o no se le da importancia, no va a contar más nada. Es importante estar atentos a los cambios de humor, de rutina, a las conexiones a horas que no son habituales o si esconde el celular; "estos son indicios que nos van a alertar si nuestro hijo -independientemente del género- puede estar siendo víctima de algún tipo de ilícito. Si se le da un teléfono a un niño de 9 años -muchas veces a forma de ‘chupete electrónico’- y no se lo acompaña con la correspondiente educación en el entorno digital para sentirse seguro, se lo está dejando muy vulnerable. Si bien ahora hay determinadas redes sociales hechas para chicos lo cierto es que como adultos lo que tenemos que hacer es ponernos un poco incómodos.


-¿Qué significa ponernos un poco incómodos?

Tener que investigar. Por ejemplo, así como cuando nos gusta un auto buscamos sus características técnicas y su precio, lo buscamos por distintas redes sociales, averiguamos todo. Lo mismo hay que hacer si se quiere conocer sobre el grooming, que es la captación de menores a través de internet. Hablar con los chicos y explicarles las amenazas que hay. Y lo mismo con el ciberbullying, que es una problemática que afecta mucho a los menores, ya que los atraviesa a través de toda su vida.


-¿Cómo describiría a los Deepfakes?

Los Deepfakes o "falsedades profundas" son archivos de video, imagen o voz manipulados mediante un software de IA donde a la clonación de cara se le cambia el cuerpo de modo que parezcan originales, auténticos y reales. Este delito afecta a una persona, sobre todo mujeres, y esto ya podría estar clasificado como un tema de violencia de género digital o violación de la imagen. Estos casos se han dado, lamentablemente, muchos en escuelas donde compañeros realizan clonaciones de sus compañeras con imágenes de cuerpos desnudos, puestas a la venta y viralizadas con sus nombres en redes sociales, generando gran afectación a las niñas que terminaron padeciendo un daño psicológico.


-¿Y cómo se puede denunciar?

Hay todavía un vacío legal. Depende de cómo se maneje el victimario con la víctima podemos clasificarla como algún tipo de coacción, en caso de que le pidan dinero. Pero también puede ser utilizada para cometer estafas. También se puede imputar por las lesiones graves o podríamos hablar de algún tipo de injuria hacia la persona. Es recomendable realizar la denuncia. Porque sino se cae en la estadística negra. Llamado así a esos hechos que la gente no denuncia porque le da vergüenza decir que fue engañado muy fácilmente.

-¿El ciberdelito se denuncia de forma tradicional?

Si. A través de cualquier comisaría cercana al domicilio, de la fiscalía correspondiente o vía mail. También a partir de la línea nacional 134. Ante una denuncia es importante conservar toda la evidencia digital que tenga en su poder. Es decir, la plataforma en la que ocurrió el delito, si tiene el número o nombre de usuario que lo está compartiendo porque todo eso va a permitir avanzar con la investigación. Muchas veces este tipo de imágenes también se envían a cambio de dinero, criptodivisa. Si se tiene algún tipo de número de cuenta o billetera digital, donde se sugiere que fueron depositados los activos, obviamente que es muy importante para la investigación. A partir de mediados del año pasado todas las estafas se empezaron a pasar criptomonedas.


-¿Cómo impactó el uso de la clonación de voz a través de la IA en estos delitos?

Cuando la voz de la persona que no habla tiene realmente el tono de voz de nuestro familiar es complicado. Es importante tener una palabra clave en la familia que no se comparta en ninguna red social, que no sea el nombre de la mascota que vamos a publicar en redes. Y, en la medida de lo posible, preguntar datos adicionales y siempre verificar. También se sugiere como una forma de seguridad que las cuentas en redes sociales se tengan en privado y que se acepte únicamente a gente que conocen. Porque en la búsqueda de la cantidad de seguidores se está perdiendo de vista quién tiene conocimiento de la información personal y muchas veces se la está proporcionando gratuitamente. Lo mismo ocurre con el QR de los bares o de la calle: la gente no verifica y quizás, en lugar de estar descargando una carta, se está descargando un malware.

Al cierre de la entrevista, el fiscal Dr. Moyano aclaró que “la tecnología no es el problema. La verdadera raíz está en la falta de educación digital que existe en los jóvenes. Si bien los adolescentes hoy están creciendo a la par del mundo tecnológico, es prioritaria la implementación de charlas, cursos y demás herramientas en las zonas educativas para entregar a estos niños y adolescentes buenas prácticas para el uso correcto de la IA. Es crucial educar a los adolescentes sobre las graves implicaciones de las imágenes generadas por IA y de compartir tales contenidos, haciendo hincapié en la ética digital y en el impacto en el mundo real de sus acciones en línea. La lucha contra los deepfakes y abusos sexuales en línea requiere un esfuerzo conjunto de la sociedad, escuelas, empresas tecnológicas y de parte de todos los organismos del estado. Solo así podremos garantizar un entorno digital seguro y respetuoso para todos”.

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